Mi querida Patri, has sido, eres y serás de las mejores coincidencias que me he encontrado en la vida.
Que suerte tienen los que, por haberte pasado por sus vidas, las has marcado tan fuerte y profundo, que eres un recuerdo vivo.
Me incluyo, siempre que tengo la oportunidad presumo de ti; ya lo hacía antes, imagínate ahora.
A veces con una sonrisa de oreja a oreja y otras con lágrimas en los ojos, la mayor parte de las veces se me escapa alguna que otra lágrima, ya sabes que soy de lágrima fácil y no lo puedo evitar (tampoco quiero).
Te quiero tanto mi mejor amiga, que no hay día que no te eche de menos, hubo un tiempo que ha sido insoportable pero poco a poco lo voy llevando gracias a la gente de mi entorno (que ya te conocen tanto como yo lo hacía).
Como última novedad -que sé que te gustaría saber-, volví a patronaje, por ti, por mí, por algo tan nuestro, por todas horas juntas y esos momentos malos y buenos, contigo siempre era todo bueno. Aunque sé que esta nueva oportunidad me la has traído tu a mi vida, porqué sigues cuidándome como me decías que ibas hacer y demostrabas.
Te llevo en lo más profundo de mi corazón, con cada recuerdo, con cada carcajada limpia, cada abrazo que te he dado cuando salía de tu residencia después de haber pasado toda la tarde y tú me decías “pesada, si nos vemos mañana”.
– Ojalá fuera así
– Ojalá volviéramos ir a cenar juntas
– Ojalá volvieras a darme alguno de tus consejos enfadada porque soy demasiado buena y me afecta todo
– Ojalá me explicaras como se hace un patrón en un “pis pas”
– Ojalá achucharte tan fuerte cuando nos despedimos y nos volvíamos a ver en 5 horas
– Ojalá verte la carita cuando te traía una merienda sorpresa
– Ojalá muchas cosas más de las que hemos vivido juntas
– Ojalá siguiéramos así.
Te quiero mucho pollito, me alegro de decirte esta frase a diario.
Isa
